sábado, 17 de diciembre de 2011

De memoria y cabalgatas

Memoria, memoria... !cuántos desmanes se cometen en tu nombre!


Denuncia Manuel Barragán, no sin motivo, la subvención que el Ayuntamiento de Cáceres, con holgada mayoría del PP, ha concedido a alguna agrupación adoradora de la zurda memoria. Su condición de historiador le mueve a identificar los antecedentes del asunto, exhumar papeles y aportar testimonios que ilustren su más que fundada protesta. Pero a mi amigo Manuel le pierde su juventud y su fe, a veces ciega, en ese partido que en pocos días se encargará de formar gobierno.


Siempre es difícil escoger el camino
adecuado. Mucho peor es el resultado
de no elegir ninguno



No hace mucho (lo hemos mencionado aquí en varias ocasiones), a raíz de las jornadas  celebradas en Castuera, que motivaron una pataleta protagonizada por el PSOE local, Manuel aplaudió la decisión del flamante alcalde popular de dicha localidad de tolerar aquella reunión. Digo bien: tolerar, porque no otra cosa fue la decisión del consistorio: permitir con cierta desgana la concentración de una veintena de personas convocadas por Ángel David Martín Rubio y Luis Vicente Pelegrí. De tolerante y equidistante podemos calificar semejante actitud, que se limitó a aportar una pareja de policías locales en previsión de unos altercados que nunca tuvieron lugar.


Los rostros amables son los mejores transmisores
de las verdades a medias





Esta equidistancia municipal no impidió, sin embargo, que continuaran los ataques socialistas contra unas jornadas que ya habían pasado, y contra el propio Manuel. La inhibición practicada por las autoridades, en este y en otros muchos casos, creo que se debe a una mezcla letal y destructiva de temor hacia las reacciones de un adversario político al que siempre ha querido agradar (¿o hacerse perdonar?, ¿pero... qué?) y, lo que es más preocupante, una carencia casi total de ideología, lo que ha provocado, en gran parte de los potenciales seguidores de esa formación, muy probablemente, un hastío y decepción que justifican por si solos la escasísima subida en el número de los votos obtenidos el pasado 20 de noviembre por el PP.


¿No estarán trucados los resultados de los sondeos
de audiencias? Tantos millones, no me cuadran

Si la fe de Manuel le ha causado semejante disgusto, por su juventud no recordará similares renuncias del PP durante la mayoría de que disfrutó hasta marzo de 2004. No es cuestión de elaborar un catálogo de abandonos y traiciones. Pero como muestra, un botón que abrió un mundo de posibilidades que convirtió en realidades el zapaterismo, en este caso, televisivo. Me estoy refiriendo a una de las series de mayor audiencia del mundo mundial transmitida por TVE: "Cuéntame cómo pasó". Como la memoria zurda, al igual que la muerte, acaba afectando a todos, llegó a emponzoñar a los responsables de la cosa cultural (o de agit-prop) del PP cuando perpetraron aquella felonía que presumía de reconstruir de manera fidedigna, año a año, los últimos cuarenta de nuestra historia. La deformación, tergiversación, exageración de unos extremos y omisión de otros, todo ello con ínfulas de investigación histórica y un minucioso trabajo de documentación, tuvo un paralelismo, gracias al éxito alcanzado, en otro engendro infumable y pretencioso que está copando, como "Cuéntame...", las cuotas de audiencia: "Amar en tiempos revueltos"


"Crónicas de un pueblo" adoctrinaba a los españoles
con los principios fundamentales del Movimiento

Ignoro qué política cultural esconderá en la manga Rajoy en lo tocante a TVE. La verdad, tampoco me interesa demasiado, porque sospecho que continuará todo igual, es decir, siguiendo la estela de "Crónicas de un pueblo". Lo único que puedo asegurar es que, en cuanto a la economía, las medidas de racionalidad se van a hacer sentir en muy pocos días en mi barrio, pues nuestro modesto, sencillo y ahorrador alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, ha tomado una decisión mediante la cual se estremecerá el Misterio, nunca mejor dicho: a la Cabalgata que introducía todos los años, la tarde-noche del 5 de enero, a los Reyes Magos en el barrio de Aluche, se le ha negado el permiso necesario para transitar por nuestras calles. Con el ahorro que se conseguirá retirando media docena de camionetas engalanadas, imagino se sanearán las milmillonarias deudas del Ayuntamiento y, por qué no, se dará en todo el gusto a los que siempre han aborrecido estas festividades. Pero...¿se suspenderá igualmente la gigantesca cabalgata del centro? Mucho me temo que no.


Carroza de SM el Rey Baltasar en alguna de sus cabalgadas
por Aluche. Parece que esta tradición, en la que se volcaban varias
asociaciones del barrio, supone un dispendio insoportable para nuestras arcas.

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