domingo, 27 de mayo de 2012

Un año de blog.

Hace ahora un año, en una tarde de primavera como la de hoy, comencé esta singladura con tanta ilusión como escasita esperanza de arribar a algún puerto que mereciera la pena. Después de 70 anotaciones, comentarios, post o, apuntando demasiado alto: artículos, creo que estoy en condiciones de echar la vista atrás y hacer balance y propósitos de enmienda, si fuera necesario.







Aclarar las ideas nos ayuda a enfrentarnos a
los problemas cotidianos aprendiendo
a pronunciar esta palabra: NO


En principio, mantener un blog es algo parecido al ejercicio de la pesca. Aunque hace años que no la practico con asiduidad, recuerdo la sensación de recorrer la orilla de un río o un pantano, caña en mano, buscando aquella recula o tabla de aguas mansas donde uno cree que puede picar algo, lanzar el sedal y aguardar la mordida que puede llegar o demorarse indefinidamente. Nos podemos entretener contemplando el paisaje, levantando castillos en el aire, tomando el sol o descabezando un sueño. Personalmente, yo prefería la pesca con cucharilla, al carecer de la paciencia necesaria para observar cuándo se inclinaba la caña por las acometidas del pez contra el cebo.


Los aprendices de brujo, tan presentes en nuestras vidas, y en este blog

En una ocasión, hace más de 35 años, me bajé con mi padre al “cuenco”, que así llamaban a un remanso que se formaba al pie de la presa, buen lugar para mojar el sedal sentado cómodamente en una especie de gradas. Debía ser en Semana Santa, pues en mi memoria me veo con un abrigo o gabardina, el cielo gris y todo en blanco y negro. Había mucha gente perfectamente pertrechada y con uno o dos master a sus espaldas en ese deporte. Mi padre y yo, meros aficionados y, además, de Madrid, llegamos con nuestro humilde instrumental, y nos íbamos a acomodar en un hueco cuando apareció Pepe "El Pescaor”, un chaval unos cinco años mayor que yo, cuya pericia era y es por todos conocida y alabada. Echó un vistazo al agua, imagino que también olfatearía el viento, y sentenció: “Aquí no hay nada”. Cogió el portante, y se fue por donde había venido. Efectivamente, aquella mañana nadie fue capaz de sacar ni una triste boga. Esta es una de las razones por las que prefiero la cucharilla, saltar piedras, darme un chapuzón cuando el calor aprieta e imaginarme al enorme black-bass que, en el lugar más insospechado, se va a sentir atraído por los destellos y colores cimbreantes del metal asesino.



Itziar, Sara y Alejandro pululan por buena parte de los artículos que
hoy cumplen un año


La impaciencia o la inconstancia han sido características en la gestión de este “cuaderno de notas” público. Pocas veces he intentado captar la atención del lector donde sabía que podía encontrarla. A excepción de algunas entradas redactadas al calor del 15M o de la huelga en la enseñanza, o las últimas reformas, generalmente le he dedicado más tiempo a refrescarme del sopor ambiente en aquellos asuntos que más me interesaban, espantando de esta manera una pesca casi segura. Lo que me ha llevado, por otra parte, a entablar una relación insana con este medio, exigiéndole al contador de visitas el número de lectores que en mi fantasía me merecía, o al lector invisible el comentario que nunca llegaba. En más de una ocasión tuve la tentación de arrojar la toalla, abandonarlo todo y retomar la tradición de emborronar el cuadernito inacabado.

Siempre a garrotazos. ¿Aprenderemos alguna vez a soportarnos?


Pero al final, esto del blog y, en general, el mundillo 2.0 es, como dice Carmen, una auténtica droga que, como tal, consume los escasos recursos, en este caso, de tiempo, de que disponemos, y cualquier intento de marcar distancias respecto al mismo o romper relaciones, provoca un inmediato síndrome de abstinencia. Así me vi yo el verano pasado, con el blog en pleno rodaje, un tanto desquiciado porque no tenía la cobertura suficiente para conectarme a internet con el móvil, comprobar las visitas y publicar los comentarios que me pudieran hacer.


Estupor, sorpresa, miedo... La crisis saca lo mejor  de cada uno


En otro orden de cosas, y en la línea de la inconstancia a la que acabo de hacer referencia, más que inconstancia, temor, muchas entradas ("Llegaron los sarracenos..." , "Anatomía del saqueador" , "¿Dónde se esconde Abraham van Helsing?", o  "Confesiones de un voyeur") están escritas con un pie en el freno, como sometido a cierta autocensura, a la presión de no mencionar nombres ni lugares, con lo que la redacción se resiente, se ve forzada y yo incapaz de sortear esos obstáculos autoimpuestos que reducen la claridad en la exposición, enturbiando innecesariamente su comprensión. Esos escritos parecen inacabados, abiertos, como si les faltara un hervor. “Los terminaré en otro momento”, me digo. Aunque… ¿es necesario?, ¿no sería mejor dejarlos como están?


De fondo, el liberalismo y todas las fórmulas de libertad que seamos capaces de articular


Estos textos, contaminados por el excesivo, aunque prudente y me temo que necesario autocontrol, beben de unas fuentes determinadas, son como la aplicación práctica de una teoría. Las primeras entradas  las dediqué Ayn Rand (1, 2, 3 y 4), a su filosofía, su novela emblemática "La rebelión de Atlas" o su protagonista, John Galt. La lectura y relectura de "La rebelión..." me proporcionó la clave interpretativa del estado de cosas que nos ha tocado vivir, así como las soluciones a muchos de nuestros problemas. La mención a esta escritora maldita, a partes iguales odiada y querida, levantó varias críticas negativas por parte de anónimos comentaristas, y alguna que otra desmedida alabanza. A Ayn Rand llegué de la mano de escritores que giraban en la órbita de la Escuela Austriaca, a uno de cuyos máximos exponentes, Hayek, también le dediqué unas líneas, como a otro valiente: el francés inclasificable Revel (1 y 2). En el panteón de mis ídolos, figuran también otras dos grandes mujeres, que nada tienen que ver entre si, pero que merecían cierta atención: Oriana Fallacci y Carmen Martín Gaite. Si la ruso-americana y la italiana son ejemplo de entereza y de ánimo para afrontar la denuncia de innumerables injusticias, la salmantina fue la autora de las primeras novelas que leí con cierta seriedad y detenimiento, cautivándome su estilo y cadencia. Otros autores, igualmente dispares, que de alguna manera me han influido, se asomaron también a esta pantalla: Torrente Ballester, Jorge Berlanga o Luis S. Granjel.


Noviembre de 2011. Por tierras de Segovia (Cedillo de la Torre)


Me atreví con un ensayo, con pretensiones de serie, al hilo de los principios y las libertades (1, 2 y 3), donde quería expresar lo que entiendo por libertad y cómo se ha ido fraguando a lo largo de la historia. Espero darle continuidad en un futuro.


Tardío homenaje a un maestro que se fue;
la mejor definición de la memoria histórica


Pero lo que más me sorprendió, porque no me lo esperaba, fue la acogida que tuvo una especie de crónica sobre unas jornadas de historia que se celebraron en Castuera el mes de septiembre. Sin una relación causa-efecto, la Guerra Civil ha absorbido bastante energía de este blog, y eso que era un asunto que me desagradaba enormemente tratar. Pero después de adoptar la necesaria distancia y de la impresión que me causaron las visitas a varias fortificaciones, abordo con mucha ilusión todos los asuntos relacionados con la misma. Prueba de la misma son: "San Camilo 1936", "Novelas con la guerra al fondo. "Duelo en El Paraíso"", "Un paseo por la memoria. Ruta por el parque de Caramuel...", "Consideraciones sobre la memoria histórica", "Frente de Madrid...", "Política de ayer...", "El sentido de una fotografía", "Principio y fin", "Olvido sobre el olvido" , "Entre el desarraigo y la deshumanización" o "Ingeniería efímera"



Parece difícil interiorizar este esquema


Igualmente despertaron interés entre los amigos las crónicas de nuestras salidas y andanzas: "Jaraba", "Navidad 2011""De la Siberia a Montánchez...", o "Fin de semana castellano"...., con su recopilación de fotos e impresiones.


Paseo a orillas del río Mesa, en Jaraba


Con humor, y sin ánimo de ofender, escribí sobre Almudena Grandes, la pareja Ana Belén-Víctor Manuel o Angela Merkel y Sarkozy; con sorpresa y admiración, sobre "American Horror Story"; con un puntito de nostalgia sobre las calles de Madrid, los amigos de la infancia o las cabalgatas; con simpatía, sobre Israel; con preocupación sobre política internacional; y con creciente estupor sobre los cambios que se aprecian en nuestra cultura, en las conductas, el creciente y abusivo papel asignado a los abuelos, la crisis siempre presente, o la manía de buscar el camino fácil en la vida.



Sin saberlo, Carmen, Mario y yo nos convertimos en propagandistas
de la Fallaci.

Por último, quise dejar enlaces a la música de una vida, con algunos comentarios. Pero quedó en mero intento sin continuidad (1, 2, 3 y 4).



En definitiva, sin mucha fe al principio, considero que la pesca ha sido buena y la navegación, fructífera. Quiero agradecer aquí a todos los que me han seguido y han aportado su granito de arena en esta experiencia bloggera con sus comentarios y sugerencias: Carmen, Elena Clásica, Marina, Mario, Gerión, José Mª Sánchez, Manuel Gallardo, Manuel Barragán, Rafa, Patucos, Bubu, Agustín, Fernando, Arrowtada, Rafael Moreno García, Moisés Domínguez, Eduardo, Family Lawyer Brampton, Ricky Mango, Nemo y todos aquellos que no quisieron dar más señas de sus personas que el frío anonimato, pero cuyas palabras, os lo aseguro, no cayeron en saco roto.


Bunker nacional junto al Zújar. Restos de la guerra civil que visitamos siempre
que podemos

2 comentarios:

elena clásica dijo...

Querido Nacho:

Mi enhorabuena por este cumpleaños tan hermoso y prolífico en ideas.

Leo con mucha atención el repaso por las entradas y encuentro temas fascinantes a los que debo volver, pues yo soy una de las recién incorporadas.

Un blog, entiendo, como medio de comunicación, a veces nos desespera en el afán de encontrar respuestas.
Mi experiencia me ha regalado variados presentes y agasajos:
la primera y fundamental, conocer a personas maravillosas, grandes escritores, artistas, personas que aman la cultura y disfrutan intercambiando su percepción de lecturas, películas, pinturas, obras de arte... la vida desde un panorama estético y comprometido.

La certeza de la necesidad de publicar y compartir sentimientos.

Y aun, el goce inigualable de descubrir tiempo después de una publicación que esta había hecho mella en alguien, que no se había manifestado en su momento, pero que de manera mágica aparece en algún punto en el que nuestras vidas se encuentran.

He llegado a angustiarme por no tener el tiempo suficiente para dedicar a todas las fantásticas publicaciones que he leído, por no poder comentarlas en la extensión que hubiera querido.
Por no publicar, como nos has explicado, con la asiduidad que quisiera.

Creo haber superado ya esta angustia, disfruto intensamente de todas las personas de las que aprendo a diario, pues en mi cabeza resuenan sus palabras, los textos que han elegido, que han querido bridarnos, momentos especialmente emocionales que han querido compartir. Y repaso en mis experiencias cotidianas las que el mundo "bloggero" me aporta, pues vive en mí.

Una de esas personas increíbles que he encontrado, de manera asombrosa, con un cierto toque de misterio y ofrenda cósmica, has sido tú.

Literatura, historia, experiencias en ruta con la familia, las visiones del arte que dejan una impronta en el alma, afán de contribuir con las palabras a mejorar el mundo... Muchos, muchos han sido tus obsequios. Y no lo dudes, nunca lo dudes, a veces la respuesta no es explícita, pero resuena en la vida de los lectores y estos la difunden en el viaje de la vida.

Gracias por considerarme parte de este recorrido extraordinario y gracias por perseverar en la difusión del estudio, el arte, la cultura, la belleza y el respeto de los encuentros dialógicos que nos enriquecen profundamente a los seres humanos.

(Continúa)

elena clásica dijo...

(Continuación)

¡Cómo no! Necesito unos versos para expresar con plenitud mi agradecimiento y la vibración de mi espíritu en la amistad que he encontrado en esta casa. Sea con la delicadeza y la luz de Kavafis:


"Cuando emprendas tu viaje a IÍtaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes,
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante tí.

Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas."

Querido Nacho, que muchas sean las mañanas de verano para este blog. Enhorabuena y un fuerte abrazo para ti y para tu familia, que tanto me gusta ver cuando se asoma, descubriendo el etéreo velo de las palabras.

Besazos.