El pasado viernes, 17 de junio, en una reunión informal celebrada en la oficina que tiene Google en Madrid, nos presentaron la plataforma Google Books, implantada ya en Estados Unidos, cuya aparición en España está prevista para este otoño. Fuimos convocados, por Agnes Eymery y Luis Collado, una veintena de personas relacionadas de alguna manera con el mundo de la edición, con el propósito de ponernos al corriente del papel de Google como distribuidor de información, en este caso libros electrónicos, en el ámbito de eso que se conoce como “la nube”, el protagonismo creciente de los dispositivos que, como tabletas y teléfonos móviles, facilitan el acceso, lectura e intercambio de dichos productos, los formatos de transferencia, etc.
En un momento dado, cosa que me sorprendió, se hizo referencia al ocaso de los e-readers, eclipsados por el uso creciente de tabletas y smartphones. Comprendo que era un comentario, hasta cierto punto, necesario en una reunión de estas características. Yo, como usuario, de uno u otro sistema, discrepé solo someramente, pues no era esa la materia de la que se estaba tratando.
Desde mi más enciclopédica ignorancia en lo tocante a cacharreo informático, no me avergüenza confesar que, hasta el momento, me ha producido más satisfacción, en lo tocante a lecturas, mi sencillo Papyre que el más sofisticado i-Pad, por no hablar de la pantalla mínima de un smartphone. No dudo que en un futuro, tal como van las cosas, la tecnología se encargará de hacer mas "amigables" los formatos de presentación, las pantallas...; estarán disponibles en "la nube" muchos más títulos, se ajustarán los precios... Como dice el refrán, cada uno habla de la feria según le ha ido en ella...
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